Retratos

La belleza de un retrato no sólo está basada en la utilización de una buena técnica, sino en la captación de la expresión individual, la que titulamos como “poner el alma en el retrato”. No se puede comparar un retrato con una fotografía y no siempre hacen falta muchas pinceladas para lograr lo deseado en la obra. En el retrato, al igual que en todas las obras artísticas, se ha de saber cual es el momento adecuado de dar por terminada la obra, ya que muchas veces el “abuso” de detalles puede falsificar el gesto personal. El color del rostro al igual que el fondo escogido nos relatan el estado sentimental y físico de la persona. José Puig, en todos sus retratos, se sirve de fondos reales o de colorido individual para lograr una mayor sensibilidad en ellos.